Al igual que otras muchas cordilleras, Sierra Nevada crece. Crece de tamaño, en continua lucha contra la erosión. Crece en interés, centro neurálgico de la investigación en la guerra contra el cambio climático. Y crece en número de visitantes, la nueva pelea entre quienes nos sentimos con derechos y exclusividad, y quienes llenan todo de mierda y mala educación allá donde vayan.
Cuanta guerra, cuanta lucha y cuanta pelea.
Sosegándose uno un poco, puede advertir que, la situación que se viene dando de un tiempo a esta parte, y con más intensidad este verano. No es nada alentadora.
De un lado, tenemos lo que desde hace tiempo se anhelaba, o al menos esa fue mi sensación cuando comencé a hacer montaña. Entonces, se escuchaba mucho aquello de “El ganaino no sabe lo que se pierde”, “casi nadie sabe ni cuál es el Mulhacen”, “Debería ser obligatorio en la escuela que los niños aprendieran el sentimiento de la montaña”. Pues bien, el trascurso de los acontecimiento actuales o fuera cual fuese el motivo, ha depositado a un porcentaje de “montañeros”, superior al esperado, en la cimas y faldas de nuestra Sierra.
Justo en medio, tenemos la forma de proceder de la sociedad actual. La cual puede ser de muy diversas índoles, pero que a fin de cuentas, algunas de ellas, siempre desembocan en una falta de respeto a lo ajeno/propio casi generalizada, la creencia absoluta en el YO, el desconocimiento y la falta de cualquier tipo de interés por evolucionar, aprender y mejorar.
Y en el otro lado, no podía faltar el que cree que todo lo sabe, todo lo tiene y dispone. Que somos nosotros, los grandes montañeros de respeto y paz, que desde hace tiempo campamos por aquí a nuestras anchas. Y ahora todo el mundo nos molesta.
La solución no debería ser muy difícil, bastaría con comunicación, educación y ganas de ver Sierra Nevada crecer de la mano de todos. Pero quizá sea mucho pedir para un país de extremos.
Hay diferentes maneras de hacer montaña. Hay muchas personas para hacer montaña, algunas de ellas serán bravas, intrépidas y llegaran lejos. Otras solo querrán llegar al otero más cercano para tomar un bocadillo, otras meditarán…No creo que ninguna sea mejor o peor que la otra, son simplemente distintas maneras de ver, sentir e interpretar el medio. Absolutamente todas y cada una de ellas son igual de validas, lo importante es, que cada cual se dé cuenta de cuál es su papel, el de defensor y protector de nuestro entorno, o el tirado en el suelo.
Si entre todos ponemos de nuestra parte, seguro que será fácil llegar a buen puerto. –Si dudas, pregunta-, -Si te preguntan, responde con amabilidad-, -si ves algún comportamiento negligente, ayuda con tu conocimiento de forma educada-, -si te reprimen, presta atención, sé educado y comprende/obedece-.
Vamos a hacerlo por nosotros, por Sierra Nevada.
6 comentarios
Cuanta razón. Si la gente tuviera el mismo respeto que muestras tú por la montaña y por la diversidad, otro gallo nos cantaría.
Gracias por escribir.
No se si sere el ejemplo, pero si todos nos ponemos con ello, seguro que algo mejoramos.
Gracias GipiTana, por dedicar este retillo a nuestro escrito.
Abrazako gordo.
Tema espinoso amigo, estoy totalmente de acuerdo contigo, en la mañana cogemos todos si bien, y hablo por mí mismo, cuando nosotros empezamos escalábamos, subíamos y nos esforzábamos por alcanzar una cumbre, por amor a la montaña, por superarnos a nosotros mismos pero siempre con el respeto que esta se merece, al fin y al cabo la montaña era y sigue siendo nuestro templo, nuestra libertad, ahora veo (no digo que todos, pero si una gran mayoría) una generación de turistas,(que lo saben todo por lo que se ve) que sube a la montaña para hacerse un selfie y colgarlo en las redes sociales, y a por el siguiente, redes sociales por otro lado mal utilizadas porque en vez de contribuir a la defensa de la naturaleza la mayoría de las veces son el reclamo para toda esta nueva generación de “aventureros “ . La montaña no merece esto, y ellos no se merecen la montaña. Como he dicho al principio con respeto, educación y los conocimientos necesarios para acometer con seguridad la actividad que queramos realizar, en la montaña cabemos todos. Un abrazo
Sabias palabras amigo Chogo, la montaña no merece esto. y por ello escribo y comparto. Para que entre todos, hagamos de nuestras montañas un lugar digno. Lo que mas me ha gustado de lo que escribres es "LA MONTAÑA NO SE MERECE ESTO"
Abrazako gordo,
Gracias por leer,
Gracias por escribir,
Gracias por tu cntinua aportacion.
En mi opinión todo se basa en la educación y el respeto. En la montaña, al igual que en cualquier otra actividad o deporte, nonse trata de echarse una mochila al hombro y tirar para arriba. Ha de haber un mínimo de conocimiento y un máximo de educación y respeto. Educación y respeto hacia ese medio en el que nos desenvolvemos y hacia todas las personas que queremos y disfrutamos el mismo.
Es muy simple a mi entender, mis padres, desde mi niñez me han dicho: no hagas lo que a ti no te guste que te hagan. La montaña,la naturaleza ES VIDA, y a ella tampoco le gusta que la maltraten. Por tanto, volvemos a ese máximo en EDUCACIÓN y RESPETO. En la montaña hay lugar para todos, pero solo para todos aquellos educados y respetuosos, para los demás no hay cabida.
Sabias palabras Antnio, mealegra que estemos en la misma onda!
Abrazako