Siempre se ha dicho de nuestra sierra, Sierra Nevada de Granada, España, que no es muy propia de avalanchas. Pues la usual amplitud térmica que caracteriza a este área, incluso en el más puro invierno, somete al manto a una fusión <-> rehielo que lo estabiliza rápidamente.
Esto unido a la tradicional falta de afición en nuestra tierra a los deportes de montaña fuera de las inmediaciones de la estación y a la disposición e inclinación de la mayoría de las vertientes, hacen de Sierra Nevada una zona relativamente segura y fácil de gestionar en casi toda ocasión.
Esto hace un efecto muy negativo en la comunidad montañera penibética, llevándonos al casi total analfabetismo en cuanto asuntos de nivología se refiere, y no solo el desconocimiento de la nieve, su formación y estructura, sino la absoluta falta de cualquier medida de gestión del riesgo ni de prevención de ningún tipo, siendo lo habitual no llevar el material de seguridad adecuado y por supuesto no saber usarlo.
Es por ello que nos proponemos romper con esta actitud y este querer volver la espalda a un problema que está ahí, guarecido, esperando, y que solo podemos paliar con las buenas costumbres y toma de decisiones.
Porque quizá Sierra Nevada no sea Canadá, pero el nivel cero no existe en la tabla de peligro de avalancha europea. Y además, ¿solo practicamos alpinismo, esquí de rando, raquetas…, en Sierra Nevada?, ¿Qué pasa cuando vas fuera? ¿donde si hay avalanchas?.
Como siempre en montaña, hay que romper nuestras propias barreras, darnos cuenta que erramos, para continuar aprendiendo esta asignatura sin fin.
Decidnos, ¿qué opináis sobre el tema?, ¿qué podéis cambiar?, ¿cómo vais a contribuir?.